martes, 13 de noviembre de 2018

¿QUIÉN TIENE LA MÁXIMA AUTORIDAD PARA PEDIRNOS QUE LE ESCUCHEMOS?


          ¿Quién no está pendiente de las noticias, de los debates  demagógicos televisivos, de los enfrentamientos en los parlamentos entre señorías, a veces, no con tanta educación, con  muchas descalificaciones y pocas soluciones?

“Un día, Jesús escogió a Pedro, Juan y Santiago y se subió con ellos a orar en un monte y cuando Jesús se puso a orar, su rostro se transformó y su vestido se volvió blanco y resplandeciente y dos ángeles con ÉL

Los discípulos estaban cargados de sueño y al despertar vieron que Moisés y Elias hablaban con Jesús de su partida que había de cumplirse en Jerusalén y dijo Pedro a Jesús, Maestro: ¡Qué  bien se está aquí!. Hagamos tres tiendas, una para ti, otra para Elías y otra para Moisés.

Mientras esto decía, apareció una nube que los cubrió y quedaron atemorizados al entrar en la nube de la que salió una voz que dijo:

Este es mi hijo amado, ESCUCHADLE y mientras sonaba la voz estaba Jesús solo”.

Al que tenga un poco de FE y sea consciente de que es el mismísimo Dios quien nos dice que ESCUCHEMOS a JESUCRISTO, le vendría muy bien,  para su vida espiritual,  leer algunas de las muchas VERDADES que nos pronunció Jesucristo, aunque sólo sea para descansar de escuchar tanta palabrería inoperante.

“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida
Sin mí no podréis hacer nada.”

Si sólo estás dos afirmaciones tan categóricas de Jesucristo se clavaran en nuestro interior y se convirtieran en VIDA,  otro gallo nos cantaría.

Si seguimos leyendo como si fuera el mismo Jesús el que nos las dijera  personalmente a cada uno y su imagen se nos hiciera  casi VISIBLE, como puede que suceda cuando alguien siente que en la oscuridad de una habitación, que eso es la FE, hay otra persona amada viviremos algo desconocido.

“De tal modo Dios amó al mundo que le dio a su unigénito Hijo para que todo el que crea en ÉL, no perezca sino que tenga la vida eterna.
Venid a mí todos los que estáis fatigados y cargados, que yo os aliviaré.
Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras vidas, pues mi yugo es blando y mi carga ligera
Pedid y recibiréis, llamad y se os abrirá, buscad y encontraréis
¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma?
El que come mi  carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él

El Padre y yo somos uno.
MI Padre obra continuamente y yo ni más ni menos
El que me ve a mí ve al Padre.

         Por si con todo lo leído no nos sentimos ligados a Jesús,

Categóricamente dijo:

Yo ESTARÉ con vosotros todos los días hasta la consumación de los siglos, porque si no vamos a ÉL sepamos que sigue estando con cada uno de nosotros, siempre que le dejemos ESTAR a  nuestro lado, así de fácil, si lo PENSAMOS y tan difícil de conseguir porque pensamos en TODO menos en ÉL

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