Partiendo de la base de que Dios es
nuestro Padre y que nosotros, siendo
niños, no hemos comprendido muchas de las actuaciones de nuestro padre y
si recordamos que Jesucristo, que es Dios nos dijo "que si no nos hacemos como niños no entraremos en
el Reino de los Cielos” tendremos que
aceptar y hacer lo que Dios quiera de nosotros, porque siempre será para nuestro bien, aunque no lo parezca.
En el capítulo 17 del Génesis, se
cuenta que Abraham siendo de noventa y
nueve años, se le apareció Yavé y le dijo:” Sarai, tu mujer, no se llamará
ya Sarai, sino Sara, pues la bendeciré, y te daré de ella un hijo, a quien
bendeciré, y engendrará pueblos y saldrán de él reyes de pueblos..
Cayó Abraham sobre su rostro, y se
reía, diciéndose en su corazón:
¿Conque a un centenario le va a
nacer un hijo, y Sara, ya nonagenaria, va
parir?
Y Dios le respondió: De cierto que Sara, tu mujer, te parirá
un hijo, a quien llamarás Isaac, con quien estableceré yo mi pacto sempiterno.
Después de todo esto quiso probar
Dios a Abraham y llamándole dijo: Anda toma a tu hijo, a tu unigénito, a quien
tanto amas, a Isaac y ve a la tierra de Moriah, y ofrécemelo allí en
holocausto.
Tomando Abraham la leña para el
holocausto se la cargó a Isaac, que dijo: Padre, aquí llevamos la leña, pero la
res para el holocausto, ¿Dónde está?
Abraham le contestó: DIOS se
PROVEERÁ
Todos sabemos el final feliz y que
Dios lo permitió porque dijo:
Ahora he visto que en verdad temes a
Dios, pues por mí no has perdonado a tu unigénito hijo
.
Si todo esto nos puede parecer rocambolesco e innecesario,
fue para que nosotros comprendamos que cuando Dios permite que nos suceda algo
incomprensible y doloroso, digamos:” Dios se proveerá” y sigamos creyendo y esperando.
Alguno dirá y con cierta razón: ¿Quién es el guapo que no
obedece al mismo Dios que se lo pide?
Pero como para nosotros, la FE es la equivalente de la
PALABRA de Dios, tendremos que LEER lo
que Jesucristo, que es Dios nos dijo:
“Venid a mi todos los que estáis fatigados
y cargados, que yo os aliviaré”
“Y yo estaré con vosotros todos los días hasta la
consumación de los siglos”
“Y el que come mi carne y bebe mi sangre, mora en mí y yo en
él”.
Para que todas estas lecturas se nos conviertan en PALABRAS de Dios, y las podamos comprender cuando nos parezcan incompresibles, las aceptemos y digamos como Abraham: "Dios Proveera"o sea nos saque de la noche oscura del alma.
Pero tendremos que meditarlas a fondo y vivirlas para que se nos abran las puertas del Reino de los Cielos.
Para que todas estas lecturas se nos conviertan en PALABRAS de Dios, y las podamos comprender cuando nos parezcan incompresibles, las aceptemos y digamos como Abraham: "Dios Proveera"o sea nos saque de la noche oscura del alma.
Pero tendremos que meditarlas a fondo y vivirlas para que se nos abran las puertas del Reino de los Cielos.
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