.Nuestro insigne Don Miguel de Unamuno, que se reconoció agnóstico convencido, dejó escrita en su magnífica obra póstuma “Diario Íntimo” Las frases más bellas sobre la Madre de Dios.
Pasan imperios, teorías, glorias, mundos enteros. Y quedan en entera calma la eterna
Maternidad, el misterio de la pureza y el misterio de fecundidad.
He
llegado hasta el ateísmo intelectual, hasta imaginar un mundo sin Dios, pero
ahora veo que siempre conservé una oculta fe en la Virgen María.
En
momentos de apuro se me escapaba maquinalmente del pecho la exclamación: Madre
de Misericordia, favoréceme. Racionalicé la fe.
Quise
hacerme dueño y no esclavo de Ella, y así llegué a la esclavitud en vez de
llegar a la libertad en Cristo. (…)
La
oración es la única fuente de la posible comprensión del misterio.
¡El
Rosario! ¡Rezar meditando los misterios!
No
sutilizar ni escudriñar sobre los libros, sino meditando de rodillas y rezando.
Este es
el camino”
Aunque
no me quedo sin palabras antes lo
escrito, quisiera recordar que el 13
de Mayo, en el que el Papa celebró el centenario de las Apariciones a los niños de Fátima,
a los que la Virgen les hizo ver las torturas del Infierno quedando
aterrorizados al oír los lamentos desgarradores y desesperados de los
condenados.
Y la Virgen les pidió, a ellos, unos críos que rezaran el
Rosario e hicieran sacrificios para que se conviertan los pecadores y no
terminen en tales tormentos eternos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario