Hace más de dos mil años se encontraron en el portal de Belén la HUMILDAD de los Pastores
y la SABIDURÍA
de los MAGOS, ante un
Dios OMNIPOTENTE encarnado en un NIÑO HUMILDE.
He aquí dos fuerzas
divinamente hermanadas en expansión espiritual.
Para que se pueda dar una expansión del PROGRESO
SOCIAL, es necesario que exista una JUSTA HERMANDAD HUMANA entre la humildad del
TRABAJO y la sabiduría del CAPITAL
Si se produjera la IGUALDAD tan manida,
predicada y mal interpretada, el mundo sería un caos y el progreso se
estancaría.
¿Qué sería de nosotros si todos los
sabios, intelectuales o jefes, sólo se pudieran dedicar a poner ladrillos y los
que sólo saben poner ladrillos, no fueran bien dirigidos?
Como una imagen vale más que mil
palabras, Dios quiso bajar a nosotros en forma de NIÑO para demostrarnos que se
pueden armonizar la humildad o sea el TRABAJO y la sabiduría o sea el PODER
siempre que cada uno cumpla con honradez y justicia el destino que Dios le ha
otorgado, sin que ninguno quiera enfrentarse o ser más que el otro o igual.
Las dos BOTELLAS no pueden ser IGUALES;
pero las dos deben estar LLENAS según su capacidad.
Muchos, para su desgracia, no lo entienden o
manipulados, al empeñarse con violencia o malas artes en tener una botella más
grande, no consiguen ni llenar la que le
ha tocado con suerte o mala suerte.
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