Porque al decir "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo ,proclamando nuestra CREENCIA nuestra ESPERANZA y nuestro AMOR a DIOS, Padre al DIOS HIJO. y al Dios ESPÍRITU SANTO sin los cuales no podría existir la humanidad.
Bien es verdad que esto lo hacemos
tan mecánicamente, que no somos conscientes de su grandeza; pero que por el
hecho de cruza el pecho con la señal de la cruz, muchos cristianos han sido martirizados y otros tantos
son despreciados, insultados etc.
etc.
Aunque muchas veces se hace como si
fuera un escudo protector del peligro, Dios lo agradece, porque sin pretenderlo se está declarando la
existencia del Dios UNO en esencia y TRINO en persona.
Creemos en la existencia del Dios
Padre, del Dios Hijo y Dios Espíritu Santo porque bien claro Jesucristo dijo:
Id por el mundo entero y proclamad
el Evangelio, Bautizando en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
En el Monte de Olivos, Jesucristo
dijo:
Padre mío, si es posible, pase de mí
este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino como tú quieras”
Y desde la Cruz con voz fuerte dijo:
Eli, Eli, lama sabachtaní, que quiere decir: Dios mío. Dios mío, ¿Por qué me
has desamparado?.
Santa Teresa de Jesús, Mística y
Doctora de la Iglesia, en el capítulo 38
de su vida cuenta lo siguiente de la Santísima Trinidad:
"Desde a un poco, fue tan arrebatado
mi espíritu, que casi me pareció estaba del todo fuera del cuerpo, al menos no
se entiende que vive en él.
Vi la HUMANIDAD Sacratísima con más excesiva gloria que jamás
la había visto. Representóseme por una noticia admirable y clara estar metido
en los pechos del PADRE, Esto no sabré yo decir cómo es, porque sin ver me
pareció que vi presente aquella Divinidad.
Quedé tan espantada que pasaron
algunos días y siempre me parecía traía presente aquella majestad del HIJO de
Dios.
Estaba un día, vísperas del ESPÍRITU
SANTO, después de misa. Fuime a una parte bien apartada adonde yo rezaba muchas
veces ycomencé a leer en un Cartujano esta fiesta.
Y leyendo las señales que han de
tener los que comienzan y aprovechan los perfectos.
Estando en esto, veo sobre mi cabeza
una PALOMA, bien diferente de las de acá, porque no tenía estas plumas, sino
las alas de unas conchitas que echaban de sí gran resplandor. Peréceme que oía el ruido que hacía con las alas"
¡¡Como para no VIVIR tranquilos si así lo
CREEMOS!!
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