Resumiendo lo que se cuenta en el Éxodo
capítulo 3, Moisés en el monte Horeb vio que una zarza ardía sin consumirse y
al acercarse, oyó una voz que le dijo: yo soy el Dios de tus padres. SOY EL QUE
SOY y le ordenó que sacara al pueblo de Israel de la opresión de los egipcios,
cosa que consiguió cruzando a pie el mar rojo.
Durante los 40 años que anduvieron los
israelitas en el desierto con sus muchas peripecias, en el capítulo 24 del
Éxodo, se cuenta lo siguiente:
Dijo Yavé a Moisés: “Sube a mí hacia el monte
y estate allí. Te daré unas tablas de piedra, la ley y los mandamientos que he
escrito para su instrucción”
Subió Moisés a la montaña y la nube le
cubrió quedando allí cuarenta días y cuarenta noches.
El pueblo viendo que Moisés tardaba en bajar
de la montaña, se reunió en torno de Arón y le dijo: Anda, haznos un dios que
vaya delante de nosotros y se fabricaron el célebre Becerro de Oro.
Yavé dijo entonces a Moisés: Ve, baja, que
tu pueblo que has sacado de la tierra de Egipto ha prevaricado.
Cuando Moisés estuvo cerca del campamento,
vio el becerro y las danzas, y encendido en cólera, tiró las tablas y las
rompió al pie de la montaña. Tomó el becerro que habían hecho y lo quemó.
Aunque más tarde Yavé dijo a Moisés: “Haz dos
tablas de piedra como las primeras y escribe en ellas lo que tenían las
primeras que rompiste”
Los Diez Mandamientos certifican que Dios
existe por todo lo que ordenó y Moisés Realizó y dejó escrito hace siglos y lo
escrito, escrito queda y que habría que creer, como aceptamos y creemos todo lo
que dejaron escrito los Sabios de Grecia y otros tantos antepasados.
A nadie en su sano juicio podría
decir y sostener que los 10 Mandamientos, se los inventó y dejó escrito
Moisés.
Pero es que
además, todos nacemos con esas tablas
impresas en lo más íntimo y profundo de nuestro ser y con la libertad para
cumplirlas o rechazarlas.
Por eso Moisés
las rompió al ver el becerro de oro, que es lo que muchos hacen, aun sabiendo
que no deberían
Si analizamos los
Mandamiento uno a uno, tendremos que
reconocer el daño que nos hace o hacemos a los demás cuando no se cumplen,
aunque Dios ni Moisés no lo hubieran dejado escritos y encima en tablas de
piedra para que supiéramos, que los Mandamientos son el principio y fundamento
de toda nuestras vidas, como es la
primera piedra y cimientos de cualquier edificio importante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario