Porque Dios, cuando terminó
de crear este maravilloso y casi
infinito universo y aun viendo que todo era bueno, no tendría, como Padre e hijos a quienes amar, ser amado y que se LE parecieran.
Muchos, por desgracia, sólo saben que tienen cuerpo con sus
placeres y humillaciones; pero ignoran que también son un conjunto de
ENERGÍAS invisibles, que son las que realmente nos dan la VIDA.
En el corazón que es un trozo de carne, se manifiesta una
ENERGÍA misteriosa e invisible como es el AMOR.
Y el AMOR que nadie lo VE pero que se SIENTE y nos
zarandea.
El PENSAR y la INTELIGENCIA son energías invisibles y tan
poderosas que ningún gran edificio podría haber sido construido si antes no
hubiera sido PENSADO con inteligencia y así en otras muchas genialidades.
¿Qué son el placer, el dolor, la depresión, la alegría, la
tristeza, le felicidad etc,etc,?
¿Sentimientos que nadie podría ni dibujar?
Del Dios PADRE, que nadie LO ha visto, sabemos que habló con
Abraham, Moisés, los Profetas y que varias veces dijo que Jesucristo era su
hijo predilecto a quien deberíamos escuchar.
Del
Dios ESPÍRITU Santo, que nadie LO ha
visto, sabemos que se ha manifestado como un viento fuerte y en lenguas
de fuego y consiguió en Pentecostés que todos los diversos asistentes,
escucharan en sus propias lenguas lo que
estaban predicando los Apóstoles.
El
Dios HIJO, Jesucristo, que tomó nuestra naturaleza para que al poderlo VER y
OÍR pudiéramos parecernos a ÉL, y por lo tanto ser IMAGEN de DIOS.
Por
eso bien claro dijo Jesucristo:
Nadie
va al Padre sino por mí.
Quien
me ve a mí, ve al Padre
Yo
soy el Camino la Verdad y la Vida.
Sin
mí nada podéis hacer
Aprended
de mí que soy manso y humilde de corazón
¡¡¿(Cómo
cambiaría el mundo si todos fuéramos mansos y humildes de corazón)!!?
Venid
a mí todos los que estáis cargados con trabajos y cargas, que yo os aliviaré, porque mi yugo es suave y mi carga ligera.
El
que come mi carne y bebe mi sangre, mora
en mí y yo en él
Yo
estaré con vosotros todos los días
Luego
queda claro que es muy FÁCIL llegar a SER COMO DIOS; pero tan DIFÍCIL como
sería, no sólo TENER FE, en Jesucristo, sino IMITARLO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario