Si Jesucristo que es Dios, le dijo a sus discípulos que en la casa de su Padre había muchas moradas
Y San Pablo dijo: Se de
un hombre que fue arrebatado hasta el TERCER cielo y OYÓ palabras inefables que el hombre no puede decir (2ª
Corintios,12)
Y Cuando Juan Pablo II
estaba moribundo y todos hacían lo posible por mantenerlo vivo,
dijo:
“Dejadme ir a la CASA del Padre” y ya está en el Cielo, puesto que ya es SANTO, lo que demuestra que el Cielo EXISTE y que no todos iremos a la misma Morada.
Pero mientras estemos aquí
abajo, lo importante no será saber cómo será esa Casa del Padre y
en qué morada viviremos, sino cómo llegar a ella.
Aunque Machado dijo que
no existe el camino, que el camino se hace al andar,¡¡ vaya si
existe el camino!!, lo que sucede es que dado lo aventureros,
arriesgados, soberbios que somos, nos metemos o nos
meten por unos caminos tan nuevos, inexplorados y apetitosos que nos
encontramos, cuando menos, en unos callejones sin salida o nos
despeñamos.
Algunos
dirán que por qué Dios permite que se descarríen algunos
gobiernos, pueblos, e individuos, como si no le interesara que todo
el mundo camine por lo trillado.
Dios,
que conoce lo cabezotas, desobedientes, presumidos, infantiles y lo
proclives que somos a elegir caminos desconocidos, o propuestos por
lo que se llaman progresistas e indocumentados, y que sólo
rectificamos cuando escarmentamos en cabeza ajena, nos deja correr la
vida, esperándonos a la vuelta del camino para que no tengamos más
remedio que escuchar lo que dijo Jesucristo.
“No
se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En
la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo diría
porque voy a prepararos el lugar.
Cuando
yo me vaya y os haya preparado el lugar, de nuevo volveré y os
tomaré conmigo, para que donde yo estoy estéis también vosotros.
Pues para donde yo voy, vosotros conocéis el camino.
Díjole
Tomás: No sabemos a donde vas; ¿Cómo podemos saber el camino?
Jesús le dijo:
YO
SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.
Nadie
viene al Padre sino por mí. Si me habéis conocido, conoceréis
también a mi Padre. Desde ahora le conocéis y le habéis visto.
Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Jesús les dijo: Felipe, ¿Tanto tiempo ha que estoy con vosotros y no me habéis conocido?
Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Jesús les dijo: Felipe, ¿Tanto tiempo ha que estoy con vosotros y no me habéis conocido?
El
que me ha visto a mí, ha visto al Padre, ¿Cómo dices tú:
Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre
en mí?
Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo, el Padre que mora en mí, hace sus obras.
Creedme, que yo estoy en el Padre y el Padre en mí; a lo menos creedLO por la obras”(Jn. 14).
Puede que exista la posibilidad de que haya otros caminos más tortuosos, inseguros y difíciles para llegar a Dios; pero lo que queda categóricamente declarado por las palabras de Jesucristo es, que solamente por ÉL y su doctrina interpretada por su Iglesia, podremos llegar con más facilidad y seguridad al PADRE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario