Los creyentes diríamos, sin lugar a duda, que la Virtud es
más poderosa, porque es divina que el pecado, que es satánico; pero es que,
para los que no crean ni en Dios ni en Satanás, lo reconocerán si siguen
leyendo.
Un tirano empecatado con sus crímenes e injusticias, podrá
tener esclavizado a todo un país porque estará apoyado por sus compinches bien
comprados, y aun dándose la buena vida, se
sentirá odiado por millones de ciudadanos que lo sufren con resignación
cristiana que lo estarán maldiciendo y diciendo que si no hubiera infierno
habría que crearlo para que se quemara vivo por toda la eternidad.
En la Violencia de género, ¿Qué poder tiene el que mata,
si luego no tiene ni siquiera el poder
de defenderse quitándose la propia vida?
El Padre de familia que al darse al vicio abandona a la
madre de sus hijos que con esfuerzo y resignación cristiana, se siente
orgullosa de haber sacado adelante a sus
hijos, mientras el padre puede que ande dando tumbos y despreciado por muchos.
La joven que por ser ligera de cascos anda con unos y con
otros practicando el amor libre y al quedarse embarazada, cae en una crisis
existencial y si aborta, vivirá todo su vida pensando en el hijo que nunca
tuvo.
El rico arrogante y poderoso que maltrata a cuantos le
rodean, es odiado por muchos y con miedo de que alguien le ajuste cuentas.
Sin embargo el pobre trabajador honrado, servicial,
respetuoso, resignado con su suerte y que no anda reivindicando lo imposible;
pero que tampoco se cruza de brazos esperando a verlas venir, será respetado,
admirado por todos, y cuando alguien lo encuentre para trabajar, jamás se
desprenderá de él.
Queda de manifiesto que, aun en este MUNDO, serán más
felices los que hayan vivido en GRACIA de Dios que los que habiendo vivido en PECADO, porque tendrán que gritar ETERNAMENTE:
“Nos hemos equivocado del camino de la VIRTUD. Ergo erravimus a vía veritatis".
LA HEMOS JODIDO
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