¿Quién no está pendiente de las noticias, de los debates demagógicos televisivos, de los enfrentamientos en los parlamentos entre señorías, a veces, no con tanta educación, con muchas descalificaciones y pocas soluciones?
“Un día, Jesús escogió a Pedro, Juan y Santiago y se
subió con ellos a orar en un monte y cuando Jesús se puso a orar, su rostro se
transformó y su vestido se volvió blanco y resplandeciente y dos ángeles con ÉL
Los discípulos estaban cargados de sueño y al
despertar vieron que Moisés y Elias hablaban con Jesús de su partida que había
de cumplirse en Jerusalén y dijo Pedro a Jesús, Maestro: ¡Qué bien se está aquí!. Hagamos tres tiendas, una
para ti, otra para Elías y otra para Moisés.
Mientras esto decía, apareció una nube que los cubrió
y quedaron atemorizados al entrar en la nube de la que salió una VOZ que dijo:
Este es mi hijo amado, ESCUCHADLE y mientras sonaba la
voz estaba Jesús solo”.
Al que tenga un poco de fe y sea consciente de que es
el mismísimo Dios es el que nos dice que ESCUCHEMOS a JESUCRISTO, le vendría
muy bien, para su vida espiritual, leer algunas de las muchas VERDADES que nos
pronunció Jesucristo, aunque sólo sea para descansar de escuchar tanta
palabrería inoperante.
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida
Sin mí no podréis hacer nada.”
Si sólo estás dos afirmaciones tan categóricas de
Jesucristo se clavaran en nuestro interior y se convirtieran en VIDA, otro gallo nos cantaría.
Si seguimos leyendo como si fuera el mismo Jesús el
que nos las dijera personalmente a cada
uno y su imagen se nos hiciera casi
VISIBLE, como puede que suceda cuando alguien siente que en la oscuridad de una
habitación, que eso es la FE,
hay otra persona amada viviremos algo desconocido.
“De tal modo Dios amó al mundo que le dio a su
unigénito Hijo para que todo el que crea en ÉL, no perezca sino que tenga la
vida eterna.
Venid a mí todos los que estáis fatigados y cargados,
que yo os aliviaré.
Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras vidas, pues mi
yugo es blando y mi carga ligera
Pedid y recibiréis, llamad y se os abrirá, buscad y
encontraréis
¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si
pierde su alma?
El que come mi
carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él
El Padre y yo somos uno.
MI Padre obra continuamente y yo ni más ni menos
El que me ve a mí ve al Padre.
Por si con todo lo leído no nos
sentimos ligados a Jesús,
Categóricamente dijo:
Yo ESTARÉ con vosotros todos los días hasta la
consumación de los siglos, porque si no vamos a ÉL sepamos que sigue estando
con cada uno de nosotros, siempre que le dejemos ESTAR a nuestro lado, así de fácil, si lo PENSAMOS y
tan difícil de conseguir porque pensamos en TODO menos en ÉL
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