martes, 19 de febrero de 2019

AL PADRE NUESTRO LE FALTA UNA LETRA


         En mi artículo publicado ayer, decía que si queremos vivir sin MIEDOS, tendremos que REZAR, REZAR y más REZAR.

         El PAPA en una de sus catequesis dijo que al Padre Nuestro, le faltaba el YO, porque siempre decimos:

          Padre NUESTRO (mío) que estás en los Cielos 
          Santificado sea TU nombre
          Venga a NOSOTROS (a mí) Tu Reino) 
          Hágase TU VOLUNTAD (la mía), así en la Tierra como en el Cielo.
           Danos hoy NUESTRO (mí) pan de cada día.
           Perdona NUESTRAS ofensas (mis) ofensas 
           Como NOSOTROS (yo) perdonamos a nuestros (mis) deudores 
           No nos dejes caer en las TENTACIONES (en mis) tentaciones.
           Y LÍBRANOS (líbrame) del mal, Amén).

           Si así lo dijo Jesucristo para demostrarnos que el DIOS es PADRE, de TODOS, creyentes o no creyentes, buenos o malos y que TODOS tendremos que caminar unidos como HIJOS suyos, si queremos llegar TODOS a la META.

             Sepamos que Jesucristo también nos dijo:
  
             “No andeis buscando a Dios aquí o allí, porque está DENTRO de vosotros”

              Por lo tanto, cuando PENSEMOS que Jesucristo, como Dios está tan cerca que podamos decir en lo más íntimo de nuestro ser:
             
             Dios MIO o Jesús mío que estás, no en los Cielos, sino AQUÍ, nos sentiremos YA como si estuviéramos en los Cielos.

            Siempre que SINTAMOS y podamos decir lo de San Pablo:

              Vivo yo, ya no soy yo es Cristo quien VIVE EN MÍ

              O como le sucedió al Jesuita Padre Rubio, ya canonizado, que un día al subir al tranvía en Chamartín, pidió DOS billetes, con el asombro del tranviario al ver sólo al Padre Rubio.

             Así vivía su intimidad con Jesucristo.

              Todo es cuestión de tener mucha FE que es gratis.

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