Si entre nosotros es tan difícil que tres opinemos lo mismo, tengamos los mismo gustos y busquemos los mismos objetivos.
En la Santísima Trinidad, aun siendo UN sólo Dios y
teniendo cada uno su personalidad.
¿Cómo llegaron al acuerdo de crearnos a su imágen y
semejanza?
Al principio creó Dios los cielos y la tierra.
Dijo Dios: Haya luz y hubo luz
Dijo luego Dios: Haya firmamento.
Dijo luego: Júntense en un lugar las aguas debajo de
los cielos.
Y así sucesivamente hasta que llegó el momento al decir:
HAGAMOS al hombre a nuestra imagen y semejanza, pudo
que Jesucristo, como Hijo, abogaría para que sus hermanos, que seríamos
nosotros, fuéramos iguales a Él.
Y para conseguir tal privilegio,
tomaría muestra naturaleza humana para que con su Presencia,
Dichos, Hechos y Crucifixión nos enseñaría y nos ayudaría a vivir en
Libertad y no en LIBERTINAJE.
El Espíritu Santo, sabiendo que Jesucristo para conseguir tan DIVINA obra necesitaría ayuda, ÉL intentaría entrar en lo más intimo de cada uno, como una brisa de viento y de fuego que ilumina y calienta.
Por
eso Jesucristo desde el huerto de los olivos cuando pidió a su Padre que le
librara del cáliz que tendría beber, hasta el momento final, desde la Cruz,
dijo que todo se había consumado de acuerdo con lo acordado,
Porque se había cumplido al pie de la letra que: El FIN, justifica los MEDIOS
Ya que si el
FIN era el que pudieran SALVARSE muchos de sus hermanos ignorantes presentes y
futuros y por todos los que reconocieran sus pecados, como lo estaba
reconociendo el buen ladrón.
Su
MUERTE lo justificaba todo.
Porque si Jesucristo le dijo a Nicodemo que Dios AMÓ tanto al mundo que
permitió que su HIJO diera su VIDA para que todo el que creyera en ÉL, pudiera
conseguir la vida ETERNA.
Pero lo
que no le dijo a Nicodemo, por humildad, fue que para que se
cumpliera el acuerdo de que UNO tendría que dar su VIDA en rescate de muchos,
se había ofrecido ÉL, a cambio de que si sus hermanos se revelaran como lo
hicieron los ángeles, no fueran condenados al infierno.
Queda claro
que el que más perdió en sus derechos, fue Jesucristo, que encima se ha quedado
con nosotros en la Eucaristía y está al lado del que así lo PIENSE.
Si el FIN prometido por Dios es que nos dará un VIDA ETERNA feliz, sólo lo conseguiremos si ponemos los MEDIOS a nuestro alcance, que son vivir como DIOS manda, CREYENDO Y ESPERANDO que Dios nos ayudará en los MUCHOS problemas inevitables y a veces necesarios para no tener más remedio que CREER y ESPERAR en Dios, como los únicos MEDIOS que tenemos, tan fáciles de decir y tan difíciles de cumplir.
No
olvidemos que Jesucristo dijo:
¿Qué le aprovecha al
hombre GANAR todo el mundo si PIERDE su alma?
Y San Pablo dijo:
"Todos los MALES de este
mundo no son nada comparados con los BIENES que nos tiene Dios preparados para
los que le Aman"
Por lo tanto si
vivimos como Dios MANDA, CREEMOS y ESPERAMOS que Jesucristo, como hermano
mayor, nos ayude, podremos decir que habremos conseguido, nunca merecido
llegar a a ser como ÉL quiso.
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