Jesucristo que fue vendido por 30 monedas, está en continua subasta.
Los que consideran a Jesucristo como una moneda sin
valor, no LO quieren ni regalado. Ellos se lo pierden
Los hay que manejados por Satanás,
ponen a Dios a la venta para conseguir poderes, ganar guerras ideológicas y
hasta religiosas.
Los que saben del poder que tiene
Jesucristo, como Dios que es; pero cegados
por su soberbia y no queriendo adaptar sus vidas a lo que Dios manda y,
alegando que es una falsa moneda, LO desprecian, LO critican y hasta LO odian y
hacen todo lo posible para borrarLO del mundo.
Los que saben el valor que tiene
Jesucristo intentarán ir comprándoLO con
la única moneda a su alcance que no es otra que la ORACIÓN , la EUCARISTÍA , plena
CONFIANZA y sobre todo una FE contra viento y marea.
El que descubra a Jesucristo, como el
tesoro del Evangelio y venda todo lo que tenga, privándose de otros placeres
para conseguir que Jesucristo sea lo que fue para San Pablo, que con sólo oír
su voz en el camino de Damasco, sin conocerlo físicamente, LE amó tanto que
dijo:
“Mihi vivere Cristus est” Mi vivir es Cristo,
“Vivo yo, ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí”
“Cupio dissolvi et esse cum Cristo” Deseo morir para estar con Cristo”
“Mihi vivere Cristus est” Mi vivir es Cristo,
“Vivo yo, ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí”
“Cupio dissolvi et esse cum Cristo” Deseo morir para estar con Cristo”
Los que consigan esa intimidad con
Jesucristo, podrán decir lo que Job, el varón de dolores:
“Yo sé que mi
REDENTOR vive y al fin se erguirá como fiador sobre el polvo y detrás de mi
piel yo me mantendré erguido y desde mi carne yo VERÉ a Dios”
Hasta tanto llegue ese momento de ser COMPAÑEROS de
Jesucristo por toda la eternidad, tendremos que TENERLO a nuestro lado ahora
aquí en la tierra el mayor tiempo posible.
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