Porque los que CREAN firmemente en la EXISTENCIA de Dios, ya que en ÉL “Somos, Vivimos y nos Movemos.
Y Crean en la PRESENCIA real de Jesucristo en la Eucaristía que está siempre entre nosotros.
Y lo PIENSAN con frecuencia, ya estarán viviendo con DIOS.
Y Crean en la PRESENCIA real de Jesucristo en la Eucaristía que está siempre entre nosotros.
Y lo PIENSAN con frecuencia, ya estarán viviendo con DIOS.
Una persona que está lejos no vive físicamente con
la familia; pero si realmente la quiere y piensa muchas veces en ella, puede
asegurar que vive con su familia
Para poder afirmar que se vive
con Dios que está ausente, es necesario hacer con mucha frecuencia actos de
presencia de Dios en nosotros y saberLO encontrar en todas las maravillas que
nos rodean y, sobre todo, cuando se le recibe en la Eucaristía.
Al saber los que quieran
alcanzar la gloria, que por toda la eternidad tendrán que vivir con Dios y que
no podrán hacer otra cosa que ser amados por EL, les sería muy necesario que en
este mundo se fueran familiarizando con Dios, PENSÁNDOLO.
Los que vivan sin Dios en este
mundo y por lo tanto no esperan otra vida, cuando crucen el umbral de la muerte
y esperando la aniquilación completa del cuerpo, se encuentren cara a cara con
Dios, LO dejarán de ver por toda la eternidad y no por venganza de Dios que no
podrá imponer su PRESENCIA, sino porque nunca ha sido ni deseado ni aceptado.
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