¿CÓMO SERÁ LA QUINTA VIDA?

                       

Si ayer publiqué  algo sobre las cinco vidas, hoy publico los siguientes  testimonios sobre cómo viviremos esa quinta o última Vida ya ETERNA.

San Pablo en su primera carta a los Corintios, escribió:

    “Ni ojo vio, ni oído oyó, ni pasó por pensamiento de hombre cuáles cosas tiene Dios preparado para los que le aman.

     Sabemos que supera toda posible imaginación, porque la generosidad de Dios y su poder son infinitos.

     Sabemos que si esta nuestra casa terrestre se desmorona, tenemos habitación de Dios en los Cielos.

     Porque esta es la promesa que ÉL mismo nos ha hecho: LA VIDA ETERNA.

     Dios mismo, que nos ha creado con ansia hondísima de vivir siempre, nos asegura que , en efecto, más allá del tiempo – breve en todo caso – nos espera la eterna plenitud del gozo.

     Se fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida"

      San Juan Evangelista escribió

     “Queridísimos, nosotros somos ahora hijos de Dios, mas lo que seremos algún día no aparece aún.

       Sabemos que cuando se manifieste Jesucristo, seremos semejantes a ÉL, porque le veremos tal cual es.

       No como al través de velos o sombras, sino en SÍ mismo.

       Seremos semejantes al Jesús del Tabor.

        Endiosados, extasiados, contemplaremos y viviremos en el torrente inefable de Amor que es Dios.

        Escucharemos el diálogo eterno de las tres divinas personas.

        Asistiremos a la eterna generación del Hijo y a la espiración del Espíritu Santo.

        Santa Teresa de Jesús cuenta:

       “Ibame el Señor mostrando grandes secretos…

         Quisiera yo dar a entender algo de lo que menos entendía, y pensando cómo puede ser, hallo que es imposible; porque en sola la diferencia que hay de esta luz que vemos a la que allí representa, siendo todo luz,  no hay comparación, porque la claridad del sol parece muy desgastada.

         En fin, no alcanza la imaginación, por muy sutil que sea, a pintar ni trazar cómo será esta luz,  ni ninguna cosa de luz que el Señor me daba entender como un deleite tan soberano que no se puede decir, porque todos los sentidos gozan en tan alto grado y suavidad, que ello no se puede encarecer, y así es mejor no decir más”

         Y San Agustín:

        “Este bien que satisface siempre, producirá en nosotros un gozo siempre nuevo.

          Cuanto más insaciablemente seáis saciados de le Verdad, tanto más diréis a esta insaciable: Amén, es verdad. Tranquilizaos y mirad: será una continua fiesta:

          Asistiremos pasmados a la eterna generación del Verbo y a la espiración del Espíritu Santo.

           Veremos y paladearemos el cariño infinito que nos tiene el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, Dios Uno y Trino, y con la Trinidad del Cielo, la Trinidad de la tierra, Jesús-Verbo que enlaza una y otra Trinidad, María y José.

            Los grandes amores, las personas infinitamente buenas serán nuestra compañía, nuestra conversación, nuestro gozo eternos.

            Todas las maravillas del amor divino y del amor humano las gozaremos en plenitud.

             Ciertamente será una continua fiesta”