Hasta que no amemos a Dios, como ÉL nos ama, no podremos ser IMAGEN suya, puesto que Dios esencialmente es AMOR que es invisible.
Y seremos SEMEJANTES a Dios, cuando amemos a los demás mediante las obras que realicemos a traves de nuestro cuerpo.
Porque si la Imagen de Dios es una ENERGIA tan invisible y poderosa como es el AMOR. nosotros, para poder ser tambien amor, tambien invisible, necesitamos de algo visible y corpóreo.
Dios al crear todo este misterioso universo con su infinidad de imágenes visibles y energías invisibles, pero que ninguna podría parecerse a ÉL, decidió crearnos a su imagen y semejanza.
Dios al crear todo este misterioso universo con su infinidad de imágenes visibles y energías invisibles, pero que ninguna podría parecerse a ÉL, decidió crearnos a su imagen y semejanza.
Lo que nos demuestra que Dios,
ante todo es Padre,
¿Acaso no es el mayor deseo de
cualquier padre es que sus hijos se parezcan a él
Porque al crearnos Dios a su imagen y
semejanza, ya sabía que Jesucristo, siendo Dios, y por lo tanto energía,
tendría también cuerpo para que al imitarlo, pudiéramos llegar a ser como Dios.
Muchos, por desgracia, sólo saben que
tienen cuerpo con sus ventajas y desventajas; pero ignoran por completo que también
somos un conjunto de energías invisibles que son los que realmente nos dan la
vida.
En el corazón que es un trozo de carne se manifiesta
una energía misteriosa e invisible como es el amor.
¿Y qué es el amor que nadie lo ve y que
no se puede vivir sin él?
Cuado amemos a Dios como ÉL nos ama, seremos semejantes a Dios, pero nunca iguales.
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