lunes, 3 de septiembre de 2018

¿POR DÓNDE SE ENTRA EN LA iGLESIA?


         Se cuenta que a un niño en un examen de Religión le hicieron esta pregunta y respondió: Por la Puerta, y aunque ignorando que se entra por el  Bautismo, dijo algo muy importante dado que muchos, por desgracia, no han entrado nunca en una Iglesia

         Para el que nunca haya entrado en una Iglesia o apenas la visita, le será muy IMPORTANTE entrar en ella si quiere encontrar a Dios, porque aunque ignore que allí  está PRESENTE en el tabernáculo, será VISTO con cariño por Jesucristo, por el sólo hecho de haber entrado, como le aconteció a Paul Claudel, gran poeta, dramaturgo y diplomático francés que se  sintió llamado por Dios, como así lo cuenta el mismo

         “Fui a Notre Dame de París para asistir a los oficios de Navidad.
         Yo no creía en nada; pero me parecía que en las ceremonias católicas encontraría inspiración para escribir algo.
Los  niños del coro vestidos de blanco estaban cantando lo que después supe que era el Magníficat.
Entonces fue cuando se produjo el acontecimiento que ha dominado toda mi vida.
En un instante mi corazón fue tocado y creí. Creí con tal fuerza de adhesión, con tal agitación de todo mi ser, con una convicción tan fuerte, con tal certidumbre que no dejaba lugar a ninguna clase de duda…
¡Dios existe, está ahí! ¿Es alguien, es un ser tan personal como yo!
¡Me ama! ¿Me llama!
La misma noche de ese memorial día de Navidad tomé una Biblia y por primera vez escuché el acento de esa voz tan dulce y a la vez tan inflexible de la Sagrada Escritura que ya nunca ha dejado de resonar en mi corazón”  

         Para los que entran continuamente en la Iglesia, rezan y comulgan etc; pero si, una vez fuera de ella, ni se acuerdan que han estado en un trato tan íntimo con Jesús, si es que lo han tenido, que hasta lo han recibido corporalmente y sus pensamientos, quehaceres, comportamientos y convivencia no son como le agradarían a Dios, les sería mucho más importante que la Iglesia ENTRARA en su casa, de forma que Jesucristo pudiera pasearse con la sonrisa en los labios.

         No podremos encontrar a Dios ni tratarle como merece, y sacar el fruto necesario para nuestras ajetreadas y complicadas vidas, si sólo estamos en la iglesia un rato a diario o una sola vez a la semana con  prisas y distraídos.

         Cuando consigamos que Jesucristo CONVIVA con cada uno, en casa, en el trabajo  porque pensamos en ÉL, buscamos algún tiempo, que siempre lo hay,`para ponernos al habla con ÉL mediante el rezo o la meditación. y que me atrevería a decir que hasta cuando nos divirtamos, recordando lo que se cuenta y la respuesta negativa que  Roma le dio a un fraile que preguntó  si podría fumar mientras rezaba; y sin embargo a otro que preguntó si podría rezar mientras fumaba. ¡¡Ojala lo hiciera!! fue la repuesta.

         Ojala pudiéramos responder como el poeta Djeladin Rumi, a quien alguien entrando en su cuarto, le preguntó: ¿Por qué te quedas aquí sólo el día entero?
         El Poeta respondió: Ahora que has entrado, realmente me he quedo solo, porque me has separado de Dios.

         El que viva como San Juan de la Cruz:
         Mi alma se ha empleado
         y todo mi caudal en su servicio.
         Ya no guardo ganado
         ni ya tengo otro oficio;
que ya sólo en AMAR es mi ejercicio.

         Podrá decir que LA IGLESIA ESTÁ DENTRO DE ÉL

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