Se cuenta que a un niño en un examen de Religión le hicieron esta pregunta y respondió: Por la Puerta, y aunque ignorando que se entra por el Bautismo, dijo algo muy importante dado que muchos, por desgracia, no han entrado nunca en una Iglesia
Para el que nunca haya entrado en una
Iglesia o apenas la visita, le será muy IMPORTANTE entrar en ella si quiere
encontrar a Dios, porque aunque ignore que allí
está PRESENTE en el tabernáculo, será VISTO con cariño por Jesucristo,
por el sólo hecho de haber entrado, como le aconteció a Paul Claudel, gran
poeta, dramaturgo y diplomático francés que se sintió llamado por Dios, como así
lo cuenta el mismo
“Fui a Notre Dame de París para asistir
a los oficios de Navidad.
Yo no creía en nada; pero me parecía
que en las ceremonias católicas encontraría inspiración para escribir algo.
Los niños del
coro vestidos de blanco estaban cantando lo que después supe que era el
Magníficat.
Entonces fue cuando se produjo el acontecimiento que
ha dominado toda mi vida.
En un instante mi corazón fue tocado y creí. Creí con
tal fuerza de adhesión, con tal agitación de todo mi ser, con una convicción
tan fuerte, con tal certidumbre que no dejaba lugar a ninguna clase de duda…
¡Dios existe, está ahí! ¿Es alguien, es un ser tan
personal como yo!
¡Me ama! ¿Me llama!
La misma noche de ese memorial día de Navidad tomé una
Biblia y por primera vez escuché el acento de esa voz tan dulce y a la vez tan
inflexible de la Sagrada Escritura
que ya nunca ha dejado de resonar en mi corazón”
Para los que entran continuamente en la Iglesia, rezan y comulgan
etc; pero si, una vez fuera de ella, ni se acuerdan que han estado en un trato
tan íntimo con Jesús, si es que lo han tenido, que hasta lo han recibido
corporalmente y sus pensamientos, quehaceres, comportamientos y convivencia no
son como le agradarían a Dios, les sería mucho más importante que la Iglesia ENTRARA en su
casa, de forma que Jesucristo pudiera pasearse con la sonrisa en los labios.
No podremos encontrar a Dios ni
tratarle como merece, y sacar el fruto necesario para nuestras ajetreadas y
complicadas vidas, si sólo estamos en la iglesia un rato a diario o una sola
vez a la semana con prisas y distraídos.
Cuando consigamos que Jesucristo
CONVIVA con cada uno, en casa, en el trabajo porque pensamos en ÉL, buscamos algún tiempo,
que siempre lo hay,`para ponernos al habla con ÉL mediante el rezo o la
meditación. y que me atrevería a decir que hasta cuando nos divirtamos,
recordando lo que se cuenta y la respuesta negativa que Roma le dio a un fraile que preguntó si podría fumar mientras rezaba; y sin
embargo a otro que preguntó si podría rezar mientras fumaba. ¡¡Ojala lo
hiciera!! fue la repuesta.
Ojala pudiéramos responder como el poeta Djeladin Rumi, a quien alguien entrando en su cuarto, le preguntó: ¿Por qué te quedas
aquí sólo el día entero?
El Poeta respondió: Ahora que has
entrado, realmente me he quedo solo, porque me has separado de Dios.
El que viva como San Juan de la Cruz:
Mi alma se ha empleado
y todo mi caudal en su servicio.
Ya no guardo ganado
ni ya tengo otro
oficio;
que ya sólo en AMAR es mi ejercicio.
Podrá decir que LA IGLESIA ESTÁ DENTRO DE ÉL
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