Se cuenta que un día, al entrar
Chesterton en una Iglesia y oír el
sermón desastroso del Cura y ver la gente tan devota, dijo: Esta es la religión
verdadera.
Los oyentes estaban más pendientes de
conectar, de acuerdo con su FE, de la presencia de Jesús en la Eucaristía, que de los
disparates del Cura, porque los verdaderamente católicos saben que los curas,
en general son los más criticados, calumniados, perseguidos y hasta
martirizados y que si no fuera porque Dios los protege, tendrían razones más que
suficientes para arrojar la toalla.
Un médico, un abogado, un educador, un
arquitecto, tarde o temprano saben que su trabajo ha dado su fruto y
recompensa.
El Sacerdote o Cura de almas, bautiza,
confirma, celebra la Misa,
da la comunión, predica, casa, entierra; pero ¡¡Qué pocas veces recoge el fruto
de su labor!!
La mayoría viven en pueblos aislados
sin poder tener una compañía a no ser un familiar y todo por el amor al arte,
que no es otro que su entrega total a Dios y ayuda desinteresada a los demás.
¿Por qué tanto desprecio y decir: Yo no
creo en los Curas?
Sencillamente porque, a veces, nos
cantan las cuarenta que no queremos oír y mucho menos practicar, estando
manipulados y arrastrados por la moda imperante.
El que no CREA en Dios, ni en Jesucristo ni en la Virgen podrá decir y con
razón que no CREE en los CURAS.
Pero el CREYENTE en algo transcendente
y no en los curas, no es muy RAZONABLE que no crea en Curas.
Porque si en este mundo tiene que vivir
y convivir no tendrá más remedio que CREER en los Médicos, Abogados, Educadores,
Arquitectos. Pilotos, Maquinistas Taxistas etc.etc, en GENERAL; pero tendrá que
saber elegir, entre los mejores para disfrutar de la mayor seguridad en cuanto
a todo lo material.
Si efectivamente es CREYENTE deberá
pensar que si tenemos ESPÍRITU, necesitaremos de alguien que nos ayude.
Jesucristo que es DIOS dijo a San
Pedro, que le había negado tres veces:
“Tu eres Pedro, y sobre esta Piedra
edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella y
te doy las llaves del Reino de los Cielos y lo que atares en la tierra, quedará
atado en Cielo y lo que desatares, quedará desatado”
“También dijo: Id por el mundo entero y
predicad el Evangelio y bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo”
Y a todo esto no dijo: Cuando lo hagáis
tendréis que ser SANTOS, porque bien claro le dijo al pueblo “Haced lo que
ellos os digan; pero no lo que hagan”
Queda bien claro, que, a veces, usamos
de los curas como meros administradores de la
GRACIA DE DIOS mediante la aplicación de
los Sacramentos del Bautismo, Confirmación, Penitencia, Matrimonio etc. aunque
ellos ni siquiera tengan FE, porque la Gracia de Dios es tan PODEROSA que se desliza por canales, a veces, muy
obstruidos.
No es razonable que un padre que se dice creyente
IMPIDA que sus hijos sean bautizada en contra de la voluntad de la madre y sobre
todo en contra Dios que es el que le ha dado la vida con la misma obligación de
cuidarlo en el espíritu como lo deben hacer los padres en los del cuerpo.
Por lo tanto el que IMPIDA que un
miembro de la familia reciba los debidos SACRAMENTOS, le estará desvinculando de Dios que es más Padre que
nadie y por lo tanto lo privará de los beneficios en su testamento.
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